Cerca de un millar de cubanos rodearon el
viernes la embajada de Ecuador en La Habana exigiendo respuestas tras el
anuncio de ese país –el único del continente que no les pide
visa– de que desde el primero de diciembre será necesario el visado como
medida para controlar la crisis migratoria creada en la frontera de Costa Rica y Nicaragua.
A primera hora, los protestantes empezaron a llegar y bien entrada la noche aún continuaban la protesta, a pesar de que el consulado ecuatoriano prometió trabajar horas extras para agilizar las diligencias.
La intervención de la policía local, que
acordonó la residencia, y la comparecencia de la cónsul Soraya Encalada
quien informó que podían solicitar el documento en una página web, pese a
que el acceso en la isla es mínimo, contribuyó a que el gentío se
redujera para el mediodía a un par de centenares.
“Visa, visa”, gritaban algunos en la
espontánea protesta. Quienes tenían tiquetes de avión para fechas
posteriores reclamaban compensación por la pérdida del dinero que la aerolínea no quiere asumir porque no es asunto suyo el nuevo requisito.
“En la embajada nos dicen que tenemos que
hacer los trámites por internet y eso se nos hará muy difícil aquí,
alguien tiene que responsabilizarse con el dinero que vamos a perder
porque las aerolíneas nos dicen que no nos devolverán los miles que
hemos gastado”, se quejaba Susana, una de las afectadas.
Encalada reiteró la posición expresada la
víspera por el vicecanciller Xavier Lazo de que es una medida
“excepcional” de su Gobierno para “proteger” a los ciudadanos cubanos y
“prevenir el tráfico de personas”.
El funcionario dijo: “No les cerramos la puerta a los cubanos ni a Cuba”.
La crisis migratoria se produjo ante
la negativa de Nicaragua de permitir el paso de unos 1.500 cubanos que
en poco más de una semana ascendían a 4.000, la mayoría llegados desde Ecuador.
Esta nación suramericana es la única que desde hace años permite a los cubanos viajar sin tener que solicitar visado. El trámite es mínimo: pagar unas tasas y comprar el boleto.
Esa facilidad ha permitido que, según precisó
Lazo, haya unos 40.000 cubanos viviendo legalmente en Ecuador y unos
16.000 en situación irregular a los que intentarán “regular con una
amnistía”.
Todos los cubanos que viajen fuera de Cuba
pueden ingresar en su primer viaje anual cien kilos de equipaje por el
que pagan unos 1.000 pesos cubanos, es decir unos 40 dólares.
Sin embargo, la mayoría busca la salida en
avión para después recorrer por tierra los 5.500 kilómetros de distancia
hasta Estados Unidos, donde solo por ser cubanos pueden acogerse a la
ley conocida como de “Pies secos, pies mojados”, que les garantiza
residencia y beneficios legales al momento a todo aquel que llegue a
tocar suelo estadounidense. Los interceptados en el mar son devueltos.
El nuevo escenario de normalización de
relaciones bilaterales entre La Habana y Washington lejos de disminuir
las salidas las ha aumentado, justamente por el temor de que ambas
partes terminen por poner fin a esa política que privilegia a los
cubanos frente a otros emigrantes.
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