Washington (Estados Unidos).- Las fuertes lluvias e inundaciones que
desde hace días azotan al centro y sur de EE.UU. ya han dejado 20
muertos y provocado cientos de desplazados en la cuenca del río
Misisipi, especialmente en el estado de Misuri, el más afectado por el
temporal.
La cifra de víctimas mortales de la tormenta, bautizada como
"Goliath" no para de crecer, igual que el nivel del río Misisipi, que
amenaza al estado de Misuri, al sur de Illinois, al este de Oklahoma y a
Arkansas, indicó hoy el canal meteorológico estadounidense The Weather
Channel.
"Esta es probablemente una de los primeras (veces) que hemos visto
estas inundaciones en el río Misisipi", reconoció el lunes durante una
rueda de prensa Marty Papa, hidrólogo del Servicio Nacional de
Meteorología destinado en Jackson, la capital del estado de Misisipi.
Mientras las lluvias continúan, cientos de voluntarios se apresuran a
amontonar bolsas de arena y reforzar los diques en los márgenes del río
Misisipi y sus afluentes con el objetivo de disminuir los efectos de
las inundaciones y proteger las miles de casas asentadas junto al curso
del río.
El gobernador de Misuri, Jay Nixon, ordenó este martes el despliegue
de la Guardia Nacional para hacer frente a "las históricas inundaciones"
y ayudar al personal de emergencias, indicó en un comunicado su
oficina.
La situación en la cuenca del río Misisipi alcanzó su punto crítico
el martes por la mañana, cuando el caudal comenzó a crecer y llegó a
niveles impropios para esta época del año, en la que el frío y la nieve
suele predominar en el medio oeste del país.
Las autoridades determinaron que era necesario evacuar la zona que
rodea a la ciudad de West Alton (Misuri) y continuaron con otras
localidades del mismo estado a lo largo del día, indicó el Servicio
Nacional de Meteorología.
Las escenas de hombres empujando palas para sacar el agua de sus
casas y de vehículos varados entre el barro siguen repitiéndose en los
estados de Illinois, Arkansas y Oklahoma, donde cientos de vecinos
también han sido desalojados de sus casas.
El gobernador de Illinois, Bruce Rauner, declaró a última hora del
martes la situación de desastre en siete condados de su estado, lo que
implica el envío de ayuda adicional para complementar la que ya están
proporcionando las entidades locales y algunas organizaciones no
gubernamentales.
Las lluvias y sus consecuentes inundaciones han sido tan fuertes que
el estado de Illinois tuvo que trasladar anoche a un grupo de presos
fuera de una cárcel estatal, pues sus celdas corrían el riesgo de quedar
anegadas, según recogieron los medios locales.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, firmó ayer una declaración de
situación de desastre en el estado de Oklahoma para poder enviar ayuda
federal a este estado, fuertemente golpeado por el inusual temporal de
invierno que ha provocado el desalojo de cientos de vecinos.
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