LOS ANGELES. Los ojos verdes de Maureen O’Hara se cerraron para siempre y
B.B. King dejó de tocar su guitarra “Lucille” en 2015, un año en el que
estas dos estrellas se fueron para siempre y en el que también
fallecieron otros conocidos artistas como Christopher Lee, Wes Craven u
Ornette Coleman.
Irlandesa, pelirroja y de inolvidables
ojos verdes, la actriz y estrella de los años 40 y 50 Maureen O’Hara
falleció en octubre a los 95 años tras una carrera en la que protagonizó
obras maestras como “How Green Was My Valley” o “The Quiet Man”, en las
que habitualmente compartió escenas con su amigo John Wayne.
Otro intérprete legendario del Hollywood
clásico, el egipcio Omar Sharif, célebre protagonista de “Lawrence of
Arabia” y “Doctor Zhivago”, murió en julio de un ataque al corazón.
Muy conocido por su papel como Conde
Drácula y por ser uno de los mejores y más temibles villanos de la
historia del cine, el actor británico Christopher Lee falleció en junio a
los 93 años tras una larguísima carrera en el mundo del espectáculo.
También murió en 2015 el actor Leonard
Nimoy, vinculado para siempre en la cultura popular a su papel de “Mr.
Spock” en la saga “Star Trek” hasta el punto de que en 1975 publicó su
autobiografía bajo el título “Yo no soy Spock”.
Maestro del terror y responsable de “A
Nightmare on Elm Street” o “Scream”, películas con las que atemorizó a
miles de espectadores de varias generaciones, el director Wes Craven
falleció en agosto a los 76 años.
Otro innovador y referencia de su
género, en este caso del cine documental, fue el realizador Albert
Maysles, fallecido a los 88 años y que con su hermano David llevó a cabo
filmes como “Gimme Shelter” o “Grey Gardens”.
A caballo siempre entre la música y el
cine, el compositor James Horner, autor de bandas sonoras tan
reconocibles como las de las películas “Titanic” o “Avatar”, murió a los
61 años tras un accidente con su avioneta en California.
Por su parte, el mundo del blues lloró
en 2015 la pérdida de una de sus grandes leyendas, B.B. King, el genio
de la guitarra que con su inseparable “Lucille” y su poderosa voz dio
forma a una de las carreras musicales fundamentales y más admiradas del
siglo XX.
La música negra y los aficionados del
soul y el funk también tuvieron que lamentar la muerte de Ben. E King,
intérprete de la famosa canción “Stand By Me”; de Percy Sledge, el
baladista que inmortalizó “When a Man Loves a Woman”, y de Cynthia
Robinson, trompetista y cantante del grupo de culto Sly and the Family
Stone.
Figura y referencia ineludible del
sonido de Nueva Orleans, el renombrado pianista Allen Toussaint falleció
en noviembre a los 77 años en Madrid pocas horas después de dar su
último concierto.
El jazz también despidió este año a uno
de sus músicos más reverenciados, el saxofonista Ornette Coleman, que
murió a los 85 años dejando un legado musical caracterizado por la
innovación y la libertad en todas sus formas.
El año 2015 se cerró con la inesperada
muerte debido a un cáncer fulminante de Lemmy Kilmister, emblemático
líder del grupo británico de heavy Motörhead, conocido por sus canciones
ruidosas y aceleradas como “Ace of Spades” y por encarnar el
estereotipo de roquero siempre viviendo al límite.
A los 48 años y cuando se encontraba en
plena gira con su nuevo grupo murió Scott Weiland, el exvocalista de las
bandas de hard rock Stone Temple Pilots y Velvet Revolver.
También fallecieron en 2015 el actor
Robert Loggia, el director de orquesta Kurt Masur, el rapero Sean Price o
el guitarrista del grupo REO Speedwagon Gary Richrath. EFE
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