El parlamento británico aprobó este miércoles
la ejecución de ataques militares aéreos contra Estado Islámico en
Siria, luego de un intenso debate de más de diez horas en la Cámara de
los Comunes, donde el primer ministro David Cameron logró convencer a
los diputados de que de esa manera Reino Unido será un país más seguro
para sus habitantes.
Después de una larga discusión en la que
hablaron 157 diputados de todos los partidos, 397 parlamentarios votaron
a favor de extender los ataques militares que actualmente se realizan
sobre Irak hasta la ciudad de Al Raqa, en el norte de Siria, lugar que
se ha convertido en el centro de operaciones del grupo terrorista.
Votaron en contra 223.
Mientras se producía la decisión, cientos de
manifestantes se tomaron las calles de las afueras de las casas del
parlamento pidiendo no bombardear Siria, lo que produjo que las
autoridades reforzaran la seguridad en el centro de Londres durante toda
la noche.
El primer ministro insistió en que los ataques
terroristas de París del 13 de noviembre no dejaban opción y que lo
correcto era unirse a las acciones militares en Siria contra el grupo EI
que ya lideran Estados Unidos, Francia y Rusia, entre otros países.
“No podemos endosar nuestros asuntos de
seguridad a otros países”, insistió Cameron, quien ordenará los primeros
ataques sobre Siria en cuestión de días.
Pese a que el partido de los tories tiene las
mayorías en el parlamento, no fue fácil el debate que se produjo en
medio de una intensa rebelión de diputados laboristas y del Partido
Nacional Escocés (SNP), que le reclamaron a Cameron una disculpa por
haberlos señalado como “simpatizantes terroristas”, por negarse a
aprobar los ataques.
“He examinado con cuidado la lista de quienes
se oponen a esta moción y no puedo identificar un solo simpatizante
terrorista. Puede ahora disculparse por sus declaraciones profundamente
insultantes”, dijo el líder del SNP, Alex Salmond, visiblemente
contrariado en el debate.
Cameron, por su parte, nunca aceptó pedir
disculpas y, por el contrario, aseguró que lo que la oposición pretendía
era desviar el tema. “He dejado claro que esto es acerca de cómo
combatimos el terrorismo”, aseguró Cameron.
El gran derrotado del debate fue Jeremy
Corbyn, líder del Partido Laborista, quien votó en contra de los ataques
aéreos, pero tuvo que aceptar dejar que sus diputados decidieran
libremente para evitar renuncias de su gabinete en la sombra. “Se trata
de la falta de una estrategia digna, de la ausencia de tropas de tierra
creíbles, de un plan diplomático que impulse unos diálogos sobre el
impacto de la amenaza terrorista, pero también la crisis de los
refugiados y las víctimas civiles. Es claro que la propuesta del Primer
Ministro para la acción militar simplemente no era suficiente”, dijo
Corbyn en el parlamento.
Según la BBC, 67 laboristas respaldaron la moción del Gobierno, mientras que al menos diez se abstuvieron de votar.
El vicepresidente del SNP, Stewart Hosie, se declaró decepcionado con el resultado de la votación en la Cámara de los Comunes. “No creíamos en el caso expuesto por el Gobierno y solo estábamos pidiendo legalidad internacional absoluta y certeza”, aseguró el diputado.
El vicepresidente del SNP, Stewart Hosie, se declaró decepcionado con el resultado de la votación en la Cámara de los Comunes. “No creíamos en el caso expuesto por el Gobierno y solo estábamos pidiendo legalidad internacional absoluta y certeza”, aseguró el diputado.
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