La Freedom Act entra en acción a partir de mañana, algo que supone una victoria para los defensores de la privacidad.
 El programa de espionaje y monitorización de datos que se desveló 
gracias a las filtraciones realizadas por Edward Snowden se ve por lo 
tanto limitado de forma notable.
Se para la recolección de metadatos, pero solo en EE.UU.
A partir de ahora el acceso a esos mismos metadatos necesitará ahora un permiso judicial
 para hacer la petición a las operadoras de telefonía de cara a poder 
espiar esas comunicaciones en un plazo de hasta seis meses de forma 
continuada. 
Uno de los responsables de la NSA, Ned Price, afirmó que "el acta [Freedom Act] hace que lleguemos a un compromiso razonable que permite que podamos seguir protegiendo nuestro país y al mismo tiempo llevar a cabo diversas reformas".
Los metadatos recolectados por la NSA durante los últimos cinco años 
se mantendrán almacenados hasta el próximo 29 de febrero "con el 
propósito de ofrecer integridad a los datos", pero a partir de ese 
momento se eliminarán definitivamente. No obstante, nada se indica de la recolección de llamadas que los Estados Unidos ha hecho durante años fuera de sus fronteras, incluidas las dirigidas a gobernantes en diversos países.
 
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