Moscú, Rusia. El presidente Vladimir Putin ordenó este viernes al 
ejército ruso responder con “extrema firmeza” a cualquier fuerza que lo 
amenace en Siria, tres semanas después de que Turquía derribara un 
cazabombardero ruso cerca de la frontera siria.
“Ordeno que se actúe con extrema firmeza”, declaró Putin en una reunión con altos funcionarios del ministerio de Defensa.
“Todo blanco que amenace las unidades rusas o nuestras infraestructuras en tierra será destruido de inmediato”, añadió.
“Es importante colaborar con todo 
gobierno que esté interesado de verdad en eliminar a los terroristas”, 
añadió el presidente, citando como ejemplo el acuerdo que cerró Rusia 
con la coalición liderada por Washington, para evitar incidentes en el 
cielo sirio.
Rusia ya adoptó medidas suplementarias 
para proteger a sus aviones en Siria, después de que la aviación turca 
abatiera el 24 de noviembre un Su-24 cerca de la frontera con este país.
 El incidente, que Ankara justificó alegando una violación de su espacio
 aéreo, ha desencadenado una grave crisis diplomática con Moscú.
Ahora, los bombarderos rusos operan en 
Siria escoltados por cazas, y se desplegaron baterías de misiles 
antiaéreos S-400 en la base de Hmeimim, en el noroeste de Siria.
Además se desplegó frente a las costas 
de Latakia, en la misma zona, el crucero lanzamisiles “Moskva”, buque 
insignia de la flota del mar Negro.
Desde el 30 de septiembre, Rusia efectúa
 bombardeos aéreos en Siria, principalmente contra grupos rebeldes 
opuestos al régimen de Bashar al Asad, protegido de Moscú.
También bombardea en ocasiones al grupo yihadista Estado Islámico, 
blanco de los ataques de la coalición internacional liderada por Estados
 Unidos en este país y en el vecino Irak. 
 
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