sábado, 21 de noviembre de 2015

El espía estadounidense-israelí puesto en libertad tras 30 años en la cárcel.

 
Tras 10.956 días en la cárcel, el espía estadounidense-israelí Jonathan Pollard (61) ha sido puesto en libertad en Carolina del Norte.
Este analista civil de la Marina de EE.UU fue detenido en 1985 por la FBI tras pasar a una agencia de la Inteligencia israelí miles de documentos confidenciales sobre los países árabes. Por orden de las autoridades locales, la puesta en libertad se ha efectuado lejos de las cámaras.
Pollard, sin embargo, no gozará de libertad total. En los próximos cinco años, no podrá salir del país y por tanto no podrá cumplir su sueño de vivir en Israel. Asimismo, no podrá conceder entrevistas, escribir o hablar sobre el caso que durante tres décadas y como una incómoda piedra en el zapato estuvo presente en las relaciones entre dos aliados tan estrechos.
Una de las limitaciones más draconianas consiste en no poder navegar en Internet. Un medio de ciencia ficción cuando entró en la cárcel hace 30 años.En cualquier caso, todas las condiciones de su libertad condicional serán revisadas por una comisión en dos años.
La pretensión de Estados Unidos de una puesta en libertad sin apenas eco y cobertura ha chocado con los planes de los medios de comunicación israelíes que siguen el caso con mucha expectación. Los enviados especiales israelíes a Carolina del Norte informan en directo del caso.
Será el shabat más feliz de Esther Pollard desde que se casara con Jonathan hace 22 años. "Le ha preparado alimentos para la cena del Shabat que él no ha visto en las últimas tres décadas", dicen en su entorno. Esther- cara y alma de la campaña a favor de la liberación de su marido- "tiene una emoción indescriptible", señalan las mismas fuentes. El matrimonio Pollard intentará aislarse completamente de los medios en una casa en Nueva York. Ya sea por su necesidad de desconectar como por la consigna estadounidense.


Reacciones en Israel

Minutos después de que la esposa llamara por teléfono al Comité para su liberación anunciando emocionada que ya estaba fuera de la cárcel, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu difundió un comunicado expresando la "congratulación del pueblo de Israel" por su liberación.
"Como alguien que presentó su caso durante muchos años ante los presidentes de Estados Unidos, ansié que llegara este día. Tras tres largas y duras décadas, Yonatan por fin puede reencontrarse con su familia. Le deseo que este Shabat le otorgue felicidad y calma para poder continuar su vida", finaliza el comunicado preparado desde hace semanas.
En su reciente encuentro en la Casa Blanca, Netanyahu pidió al presidente Barack Obama que permita a Pollard viajar a Israel. Según revela el diario "Israel Hayom", Obama no descartó la posibilidad.
El director de la campaña para su liberación, Efi Lahav, recuerda el grave deterioro de salud de Pollard. "Hoy es un día con sentimientos encontrados. Alegría porque hoy acaban 10.956 días de sufrimiento en la cárcel y tristeza porque debía haber salido mucho antes. Entró joven y sale ahora enfermo y con 61 años".
En el Parlamento israelí no faltan diputados que consideran que EE.UU actuó con "excesiva dureza contra Pollard" recordando: "Es el espía que más tiempo ha estado en una cárcel en EE.UU. Además la información que pasó a israel no supuso ningún daño a su seguridad".
Desde los años 90, Pollard estuvo a punto de ser liberado en varias ocasiones. La última fue en abril del 2014 cuando el espía judío iba ser parte de un acuerdo marco entre israelíes y palestinos según el cual además la liberación de presos palestinos vendría acompañada por la de Pollard. Al final, las negociaciones a tres bandas fracasaron rotundamente y desde entonces el proceso de paz está estancado.
Hace cinco años, el entonces embajador israelí en Washington Michael Oren se reunió con Pollard. Fue el último representante israelí que se entrevistó con el famoso preso 09185-016.
"Cuando entré en la celda totalmente aislada, Pollard se levantó y me abrazó de forma intensa. Le prometí que Israel seguiría intentando su liberación", recuerda hoy sin ocultar su emoción.
Oren- actualmente diputado centrista en la Knésset (Parlamento israelí)- recuerda que las sucesivas peticiones de Israel a Bill Clinton y Barak Obama se toparon con la oposición de los servicios secretos estadounidenses que no perdonan "el grave acto de traición".
"Ojalá pueda cumplir su sueño de hacer aliá y pasar el resto de su vida en Israel", concluye Oren.
"Sé que él me considera el responsable de su situación. Fue mi responsabilidad pero yo no me considero culpable. Tuvo opciones de salir de EEUU antes de ser detenido. Los dos ya no somos niños y espero que podamos reunirnos al final de nuestras vidas", afirma el veterano Rafi Eitan, ex jefe de una agencia de la Inteligencia israelí (Lakam). El hombre que aceptó el ofrecimiento de Pollard para pasar información en el 84 y 85.
Eitan, ex agente del Mosad, fue el que ordenó a la Embajada israelí en Washington no abrir las puertas a Pollard, que buscaba refugio horas antes de ser detenido. "No hicimos nada contra EEUU. Solo buscábamos información que nos ayudara a nuestro sistema defensivo", añade en una película en el Canal 1.
30 años después, Pollard es un hombre libre en Nueva York. De momento con muchas limitaciones (incluido la obligación de llevar una pulsera electrónica) que pretende recurrir ante la Justicia. Símbolo o traidor, finaliza su pesadilla entre rejas.

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