 pasado julio ocho miembros de la cúpula directiva de Toshiba presentaron su dimisión después de que se descubriera que la empresa había estado falseando sus cuentas desde hacía siete años. El escándalo ha dejado en una posición muy delicada al fabricante, que parece estar a punto de realizar un recorte masivo en su plantilla de trabajadores.
 pasado julio ocho miembros de la cúpula directiva de Toshiba presentaron su dimisión después de que se descubriera que la empresa había estado falseando sus cuentas desde hacía siete años. El escándalo ha dejado en una posición muy delicada al fabricante, que parece estar a punto de realizar un recorte masivo en su plantilla de trabajadores.
Su escándalo financiero ha dejado muy tocada a la empresa japonesa, 
con unas acciones que han caído cerca del 43% durante este año según 
diferentes medios. Durante los últimos años inflaron sus ingresos 
llegando a declarar beneficios de más de 1.120 millones de euros, por lo
 que ahora les ha llegado la hora de reducir gastos para adaptarse a los beneficios reales.
Los despidos masivos anunciados anoche por Nikkei y recogidos por Reuters
 no sólo afectarían a los cerca de 7.000 trabajadores que podrían perder
 su puesto de trabajo, sino que también se habla de la posibilidad de 
que Toshiba abandone definitivamente la fabricación de televisores.
A principios de este mes también nos hemos estado haciendo eco de 
otras operaciones que han apuntado a un progresivo desmembramiento de la
 empresa. La más importante ha sido la venta de su división de sensores de imagen a Sony por 155 millones de dólares, pero también se ha rumoreado que están planeando fusionar su negocio de ordenadores con Fujitsu y Vaio.
 
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